Un corazón firme en medio de la duda

“El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” — Santiago 1:8

A veces nos encontramos en una lucha interna: por un lado queremos confiar plenamente en Dios, pero por otro, nuestras dudas y temores nos jalan hacia la desconfianza. El doble ánimo es esa división del corazón que nos impide avanzar, porque un día creemos, pero al siguiente titubeamos.

El apóstol Santiago nos recuerda que una mente dividida trae inestabilidad. Y es cierto, cuando no estamos seguros de a quién obedecer o en qué confiar, nuestros pasos se vuelven inciertos, y cualquier viento de dificultad puede movernos. Sin embargo, Dios no nos creó para vivir en esa confusión. Él desea que nuestra fe sea sencilla, clara y decidida.

La fe no significa ausencia de luchas internas, sino la decisión diaria de poner nuestra confianza en el Señor por encima de nuestras emociones. Cada día podemos escoger entre la duda o la fe, entre la inseguridad o la certeza de que Dios cumple sus promesas.

Hoy, Dios nos invita a entregar nuestro corazón dividido y a descansar en Su fidelidad. Porque cuando fijamos nuestros ojos en Él, nuestro caminar se vuelve firme, nuestras decisiones claras, y nuestra vida refleja estabilidad.

¿En qué áreas de tu vida estás dudando de lo que Dios ya prometió? Entrégalas a Él y permite que tu corazón sea unificado por la certeza de Su Palabra.

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