La paciencia de Dios: Un acto de amor

 “En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.” 2 Pedro 3:9 (NTV)

¿Alguna vez te has preguntado por qué Dios no actúa de inmediato cuando las cosas van mal? En este versículo, Pedro nos recuerda que lo que a nosotros nos parece una demora, en realidad es una expresión profunda de la misericordia y el amor de Dios.

El Señor no está siendo negligente ni olvidadizo con sus promesas. Él no ha perdido el control ni se ha distraído. Más bien, está siendo intencionalmente paciente. Cada día que pasa sin el regreso de Cristo es una oportunidad más para que alguien escuche, crea y se arrepienta. Su deseo no es la condenación, sino la restauración.

La paciencia de Dios revela su carácter. Es un Dios que no se complace en la destrucción del pecador, sino en su transformación. Él espera, extiende gracia, y ofrece tiempo… tiempo para que los corazones endurecidos se ablanden, para que los que están lejos regresen, para que los que dudan crean.

¿Cómo estoy respondiendo a la paciencia de Dios?

¿Estoy aprovechando este tiempo para crecer espiritualmente y compartir el mensaje de arrepentimiento con otros?

¿Estoy postergando decisiones importantes pensando que siempre habrá más tiempo?

No confundas la paciencia de Dios con indiferencia. Él está obrando, aunque no siempre lo veamos. Cada día es una muestra de su gracia y una oportunidad de acercarnos más a Él.

La paciencia de Dios no es retraso, es misericordia. Aprovecha este día para acercarte más a Él.

DIOS TE BENDIGA, HASTA LA PROXIMA…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top