El Poder de las Palabras

Hace algunos años, un maestro pidió a sus alumnos que dijeran algo negativo sobre un compañero. Después les pidió que dijeran algo positivo de esa misma persona. Al final, les mostró un papel con todas las frases escritas. Las palabras hirientes parecían manchas oscuras, mientras que las palabras de ánimo brillaban como rayos de luz. El maestro les dijo: *“Así es nuestra vida: las palabras que decimos dejan huella en el corazón de otros, para bien o para mal.”*

La Biblia nos recuerda en **Proverbios 18:21**: *“La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.”* Nuestras palabras tienen la capacidad de construir o destruir, de sanar o herir. A veces hablamos sin pensar, pero cada palabra es una semilla que sembramos en el corazón de quien la escucha.

Hoy te invito a reflexionar: ¿qué clase de semillas estás sembrando? ¿Palabras que dan vida, que animan, que levantan al caído? ¿O palabras que hieren, que critican, que desaniman?

Jesús dijo que de la abundancia del corazón habla la boca (**Mateo 12:34**). Si queremos que nuestras palabras den vida, primero debemos llenar nuestro corazón con la Palabra de Dios. Cuando permitimos que el amor, la compasión y la gratitud llenen nuestro interior, lo que salga de nuestra boca será fuente de bendición para los demás.

🙏 **Oración:**

Señor, ayúdame a cuidar mis palabras. Que lo que diga hoy traiga esperanza y no tristeza, que construya y no destruya. Llena mi corazón de Tu amor para que mis palabras sean reflejo de Ti.

En el nombre de Jesús Amen

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